sábado, 3 de abril de 2010

"EL CABALLERO OFERENTE"

“…Las sonoras campanadas del antiguo reloj, ubicado junto al rococó escritorio del formidable salón de estar, hicieron retumbar los fornidos muros del pasillo cuando marcaron con rigurosidad las cuatro de la mañana, mientras que Saúl Carvalledo, bajaba las escaleras del antiguo y reformado parador de Escaterma. El silencio reinante, se entremezclaba a medida que descendía con un frío que entumecía sin escrúpulos sus articulaciones dejando muy atrás la agradable temperatura que reinaba en el interior de su habitación.

Al llegar al descansillo, oyó con nitidez el tintineó de unas cucharillas sobre unas tazas. La copiosa cena despachada en un famoso asador de la villa, no le dejaban conciliar el sueño. La familia dormía y el resto de los huéspedes también parecían haber caído rendidos a los brazos de Morfeo.

A medida que avanzaba hacia la recepción del establecimiento, la decoración visible entre la penumbra se le antojaba diferente a la que había admirado a plena luz del día. Un tremendo olor a humedad comenzaba hacerse irrespirable, y el bao procedente de su boca dibujaba siluetas en el aire, confirmando la frialdad compartida en las zonas nobles del edificio.

Al llegar, la tenue luz de una pequeña lamparilla en el mostrador, anunciaba con su soledad la falta de presencia en aquél lugar de la persona encargada de atender a su reclamo. Volviendo sobre sus propios pasos, se dirigió hacia el salón, guiado por el recuerdo del soniquete de las cucharillas, pero tampoco halló a nadie.

Encogido, frotaba sus manos buscando algo de calor al tiempo que el estomago parecía quemarle por dentro. Al volverse de nuevo hacia las escaleras, le sorprendió ver marcadas sus pisadas en el suelo entre todo un abismo de polvo que no advirtió al bajar.

El miedo, comenzó hacer su juego, y el corazón de Saúl, parecía latir con ausencia de ritmo. A lo lejos… la extraña silueta de un grupo de jóvenes, se acercaba amenazante hacia él paralizando sus extremidades hasta que por fin consiguió alcanzar el primero de los peldaños de la escalera de madera que tras él parecían petrificarse a su paso.

El rumor de aquellos desconocidos que había divisado a lo lejos, poco a poco, se fue convirtiendo en clamor, y con dificultad llegó hasta la puerta de su habitación. Intentando tirar del picaporte, las pisotadas se hacían omnipresentes y la imposibilidad de flanquear la puerta le anudaban la garganta dejándolo sin respiración.

Apostado en el rincón del pasillo, pareció encontrar un lugar en el que pasar desapercibido ante la amenaza insistente de aquellos desconocidos quedándose inmóvil. Sus extremidades, no respondían. La luz de un nuevo amanecer, comenzó de la nada a rebosar por los viejos ventanales a raudales, y una voz conocida parecía entablar conversación con unos señores bien pertrechados frente a él.

- No resulta curiosa su observación caballero.-aseveraba.- El Caballero Oferente, por su pose ante el escultor, es ni más ni menos que Don Saúl Carvalledo de Dos Campos, señor de Róeles y fiel servidor de su Majestad.-añadía el conserje, con voz intrigante en su discurso.- Fue el dueño y señor de Escaterma. Y el reconvertido parador fue en su día su palacete. Dice la leyenda popular que jamás se le dio entierro, y sin que sirva para meterles miedo. Nadie lo vio tampoco abandonar este lugar…”

12 comentarios:

Mary dijo...

DEFINITIVAMENTE YO FLIPO CADA DIA MAS...ESTO NO ES NORMAL.

PLAS,PLAS,PLAS (APLAUSOS)

GENIAL MAESTRO!!!

UN BACIO.

Rosalía Navarro dijo...

Maravilloso, amigo. Un placer pasar por tu casa.
Un abrazo.

ave dijo...

Me encantó,ya sabes que a mi e fascinan este tipo de relatos.
Un abrazo.

Maria Naranjo dijo...

Tomás, recuerdas el comentario que te hice hace algunos meses. Pues estoy contenta, ya que literarimente, has dado un salto gigantesco. me encanta. Seguiré disfrutando de tus relatos.
Besitos para ese campeón que tienes en casa.
María

annasunn dijo...

Muy bueno si señor!!Sorprendente relato. Sigue así guapo.
Ya estoy de vuelta de esta Semana Santa fantástica que hemos tenido por Sevilla.

Besos para tod@s.

Melek dijo...

chico eres genial, cualquier genero que escribas me haces alucinar.
Eres un monstruo de la pluma......
Te admiro profundamente
Un abrazo

susy dijo...

BONITO RELATO TOMAS.ME ENCANTO.Un abrazo ..

sueños dijo...

Mi embriagador amigo, tal como en su escrito dos de noviembre, es afable con el mundo de lo paranormal. para cuando un escrito largo sobre estos temas?????

Anónimo dijo...

Con tu permiso...me dejaré atrapar más veces por tus relatos...
Bsos

ELILUC dijo...

Relato muy original, curioso,genial!
un abrazo

edurne dijo...

Hola a tod@s,aunque sigo los relatos de nuestro amigo hace mucho tiempo(y vuestros comentarios)no me había dado por formar parte del equipo,en éste relato no me resisto,me encantan éstos temas,nos vas a tener otra vez pegados a la pantalla...
Besos.
Mary a ver si volvemos a coincidir en La Posada.

Mary dijo...

Edurne, no sabes la alegria que me acabas de dar,esque ni te lo imaginas,eres una de las personas que mas deseaba que formara parte de esta familia de locos seguidores de EL MALLOR LOCO DE LA ESCRITURA, Tú dices que con este tipo de relatos estaras otravez pegada a la pantalla,pues yo todabia no me he podido despegar.

Edurne,ahora que has empezado a dejar comentarios no dejes de hacerlo POR FAVOR¡!

Ojala este verano pueda agradecerte personalmente las excursiones tan bonitas que nos recomendaste, aunque me podias haber avisado de como son los dueños de "LA POSADA" MADRE MIA jajajajajj.

Un beso muy fuerte,para ti y la familia.

Como digo siempre,el siguiente cotilleo en el rincon del charloteo,que si no el MAESTRO SE MOSQUEA jajajajajajjj.