miércoles, 24 de agosto de 2011

A MI NIÑA...


Bajo el susurro frágil de tu disconformidad, se halla la fuerza que encierra el poder de tu alma. Alma que pese a no estar preparada para el combate contra la sinrazón celestial y del ser humano, ofrece amor y dedicación desde la raíz hasta ese nuevo brote emergente que es simiente de futuro. Tu lucha, aunque sorda y mal agradecida desde la propia soledad de tu ser, si que es recompensada desde ese vacío de conciencia que te amamantó y vio crecer, para que entre algodones te forjaras con felicidad. No lo dudes nunca. Tus sentimientos de mujer enamorada, si que encuentran cobijo en el corazón de que quien siempre te amo, te ama y te amará, porque sin tu mirar, sin tu sonrisa, sin tu aliento y sin tu apoyo ya no sabe caminar, aunque su debilidad te haga a veces dudar. Créeme cuando te digo que tu condición protectora de madre seguro que te ayudará, porque nadie como tu sabrá transmitir a sus hijos los principios por los que deben andar y de los que hay que huir echando la vista atrás. Solo, mi vida, quiero desearte un feliz día de tu cumpleaños deseando que no cambies nunca jamás por el bien de todos los que dependemos de ese alma tan grande que pese a estar tan afligida siempre nos reconforta. Te quiero, trianera guapa. Quiero que sepas que si me gustan tus cumpleaños es porque puedo disfrutar de ti un año más hasta llegar al siguiente.

sábado, 13 de agosto de 2011

III ENCUENTRO LITERARIO INTERNACIONAL "LETRAS DE LA POSADA"







"EL DESCONCIERTO DEL BLANCO SOBRE NEGRO"






(Continúa en comentarios)


Un tremendo dolor de cabeza, desconsolado e incierto, aturdía mis momentos previos a la presentación del “encuentro”. Durante horas, sentado frente a ese frío y silencioso compañero de aventuras que pone a mi servicio sus órganos para plasmar mis creaciones, no encontraba trama, aventura, misterio ni exposición alguna para estar a la altura del evento que me daba cita. Personajes, situaciones e imaginación parecían encontrar un recóndito acomodo en algún lugar de mi cerebro para ocultar su prestancia.

Fue entonces, cuando decidí huir de todos ellos. No había tiempo. –No me hacéis falta- les recrimé. - ¿Acaso os creéis imprescindibles? Sabed, que os necesito tanto como vosotros me podéis necesitar a mí, y no olvidéis que aunque martilléis mi cabeza en más de una ocasión, os puedo retener en mi interior sin que jamás veáis la luz del día.

En esta ocasión, vuestra cobardía me ha dejado en el más tremendo de los abandonos, pero como ya os he dicho, hoy, no me hacéis falta. ¿Qué os habéis creído? No me hacéis falta ninguna. Puedo construir mi relato con la realidad que el ser me presta. –Y oídme, no sois más que fantasmas sin vida que alardeáis de un protagonismo tan incierto con mi participación en ésta reunión de escritores.- Sabed, que la vida pone al servicio de quienes escriben, realidades dignas de ser compartidas con los demás. Situaciones límites que parecen sacadas del surrealismo hasta alcanzar el pragmatismo máximo de nuestra existencia. – Prestad atención, porque puedo tomar prestado a personajes de la vida real para construir y transmitir una historia con la que participar en el III Encuentro Literario Internacional “Letras de la Posada”.

“…Tras hojear varios diarios encontré diversas noticias. Noticias, que por el mero hecho de resultar cotidianas parecían caer en el saco de la indiferencia, del conformismo y de la sin razón humana. Artículos cebados por maquiavélicas mentes, que trataban sin piedad sobre asuntos como la crisis económica, las guerras, la xenofobia, la violencia de género, la corruptela política, el desempleo… artículos en definitiva que se hacían habituales en los desayunos del ser humano, y ante los que con frialdad se pasaba página sin mostrar poco más que un bostezo de aburrimiento o una ligera mueca de asombro, diluida rápidamente con el azúcar en un café humeante. Todo un abanico repleto de inmundicias con un mismo denominador común. El hombre. – Pero, ¿Qué estaba pasando en la sociedad? ¿Qué nos empujaba al abismo y nos hacía tan infranqueables? – Pensé entonces en como justificar a mi hijo su presencia en todo este circo. En cómo explicarle al menos cual era su presente, y en como su convivencia de futuro dependería mucho más de él que de mí e incluso de otros. Y pensé decirle;

“Créeme, Álvaro, cuando te digo que el mundo es un gigantesco plató de cine. Un escenario en el que todos y cada uno de nosotros somos actores principales, secundarios y de reparto de una película. De una superproducción. Con un poco de suerte formaremos parte de un reparto del que saldremos en cierto modo favorecidos. Quizás, no nos den papeles de relevancia en los que nademos en la abundancia y rebosemos poder, pero te advierto que hay que estar muy preparados para escenificar con éxito cada personaje que se nos asigne.