domingo, 23 de mayo de 2010

CELDA 106

El nuevo amanecer, volvió ha arrastrar hacia su mente, mientras se asomaba a la ventana, un pasado tan presente como el futuro que hubo dejado atrás en tiempos de bonanza y recubierto de esa gloria tan superflua y efímera que siempre le rodeó. Desde su habitación, celda ciento seis, se veía preso de su impetuosa hiperactividad y su imaginación era coartada por el conjunto de normas imperativas, que por necesidad el centro estipulaba a todos sus internos.

Capaz de dirigir y orquestar vehementemente a un número elevado de personas durante toda su vida, tenía que soportar ahora que mangoneasen en su quehacer diario y hasta limitasen sus intenciones de lucha en el exterior, para realizar todos sus imaginativos proyectos.

Su ingreso en el centro, lo separaba aún más si cabe de sus seres queridos, y personas a las que consideraba amigas lo archivaban en estanterías del pasado olvidando lo que había significado para ellos ese interno de la habitación ciento seis.

Era el tributo que tenía que pagar y el último sacrificio a consumar para conseguir preservar unos ideales destrozados por las inclemencias de una sociedad devaluada e injusta que no supo estar a su lado.

Ahora, casi en el más completo anonimato, y bajo la supervisión de sus hombres de confianza en la lejanía tenía que batallar. Tenía que luchar por sobrevivir y preparar su resurgimiento. Pronto llegaría de nuevo su ocasión para poner las cosas en su sitio.

- Perdone, ¿Es usted el enfermo de la habitación ciento seis?
- Se equivoca, joven, soy el preso de la celda ciento seis.-contestó con contundencia.-
- ¿Acaso no está aquí por su voluntad? –preguntó, la enfermera, contrariada.-
- Estoy, porque no me queda más remedio. Esta es mi condena, pero ya se lo explicaré otro día con más tiempo. Ahora si me lo permite necesito vivir mi soledad. Es lo único que me queda, y eso porque es lo único que es propiedad de cada ser humano-sentenció.-

lunes, 3 de mayo de 2010

LA PRESENTACION...TODA UNA FIESTA



“Montellano, cinco de la tarde, hora taurina en la que daba comienzo la que debía ser una de las faenas más importantes de mi vida. Digamos que mi alternativa en una plaza de primera dentro de este mundo de la escritura. Por la mañana… unos previos al más estilo del torero que se prepara en su hotel y atiende a los medios por gentileza de los micrófonos de Radio Montellano y su directora Lourdes Rivas y Cadena Ser con su prestigioso programa “Sevilla Pueblo a Pueblo” con Pedro Preciado, dentro del programa de actividades de la XII Feria Agro turística Comercial y Ganadera de la localidad, son los primeros compases de un ritual que solo acaba de comenzar

Al llegar la hora, acompañado en mi particular paseíllo por el que iba a ser padrino de mi alternativa, el maestro Pedro Preciado, y de mi amiga Lola Macías, testigo de mi puesta de largo, pisamos el albero del coso donde se iba a presentar la novela. Al mirar hacia los tendíos… lleno hasta la bandera. Aficionados del mundo de la literatura llegados de diferentes puntos, acompañaban a familiares y amigos que no querían perderse este singular momento. En Barcelona, con el corazón en un puño mi “apodera”, Mari. Y desde, desde San Sebastián, Argentina y el resto de países hermanos de Sudamérica y otros puntos diversos de la geografía, perdiéndose la fiesta que estaba a punto de comenzar, me deseaban suerte en la distancia, tal como lo hacen en el día a día como fieles seguidores de mis escritos en el blog.

Me acompañan también compañeros de afición como Manuel García, a punto de tomar también su alternativa. Artistas de corazón e imaginación del mundo de la pintura y el baile. Amantes de esa noble profesión que es la hostelería, con su “Padrino” a la cabeza…

Y por fin llega el momento y abre la terna y como primer espada, Lola Macías, que me dedica unas palabras emotivas, sinceras y de cariño sin querer meterse en la briega que a continuación brindaría al respetable Pedro. Que con mucha sutileza y profesión describe con magistral capote la figura del autor. Realizando a continuación una faena de muleta en la que convence con parsimonia, arte y mucha simpatía a los presentes de los motivos misteriosos, decorados imposibles y personajes que conforman mi novela sin destripar un ápice el “Sanctus Legatus”, que esconden sus páginas, para convencerlos de que es necesario leer mi libro.

Tras los aplausos cosechados por mis compañeros de terna, vuelven a sonar los clarines y salgo decidido a todo. Miro a mi mozo de espadas, Javi Benítez, saludo, agradezco y brindo por las personas que en espíritu me acompañaban con seguridad esa tarde, mi Padre, mi tío Juan y don José Luque. Los primeros compases de capote van dedicados a mi mujer, Mariví, y a mi hijo Álvaro. En el tercio de banderillas, me afano en exponer como surge mi afición por la escritura, como me inspiro a la hora de escribir y porque me decido a sacra a la luz “La Mácula Púrpura”. Y es a continuación… al iniciar mi faena, cuando expongo mis ideas acerca de las Sociedades Secretas, el mundo de la Hostelería y los motivos que pueden llevar al lector a comprar mi obra, consiguiendo rematar la faena con la ayuda de un soberbio quite, por parte de Pedro, a la hora de crear mucha más al lector con sus palabras finales.

Como resultado, y desde el fondo de mi corazón… Faena de dos orejas y rabo, con salida a hombros. No puedo añadir más, que daros las gracias de nuevo a todos los que habéis intervenido transformar un sueño en realidad. Estoy deseoso de comenzar una temporada por todas las plazas que deseen contratarme.”