
Al verte, no encuentro explicación a la velocidad atronadora que hace que el tiempo nos pase por encima. Tu fuerza, vitalidad y deseo constante de aprender y alcanzar una meta más, me hace recapacitar. Y no lo digo desde el punto de vista de que tú vas hacia delante y yo vaya para tras, que también, sino porque al estar junto a ti me subo a tu tren de vida, para no perderme ni un ápice de tus adelantos y la carrera meteórica que supone tu crecimiento y avances en la vida. Te llevo muchos años, pero tranquilo que coincidiremos en todo por mucho trabajo que me pueda costar. Eres la ilusión de mi vida. El verte reír y disfrutar mi principal objetivo. Crece, crece…que tenemos mucho por compartir. ¡Felicidades, Álvaro! Dos añitos, pasan volando, ¿Verdad? Y tú solito controlas el estado emocional de una familia entera.