
Desde este humilde rincón, que tu
bendecistes con esas páginas dedicadas en tu último libro, "La Vida
después de la Jubilación", quiero rendir mi particular homenaje a toda esa vida dedicada al mundo de las leyes, desde tu etapa universitaria cuyo cincuenta aniversario
celebraste hace muy poquito, despachos oficiales y sobre todo a tu familia y amigos. Tú Pepe,
don José para la gran mayoría, seguirás presente en las sobremesas de la Posada como seguro que lo estarás en todos esos lugares por los que dejaste tu impronta. Esa impronta, impregnada de sabiduría, ternura y sobre todo de optimismo y buen humor, que tan bien reflejabas semanalmente en tu programa de la emisora local de tu pueblo de adopción. Tu querido
Montellano.
Aún recuerdo emocionado tu intervención en el primer encuentro literario "Letras de la Posada", quizás tu última de cara al público, en el que conmoviste a todos los presentes con ese escrito que guardabas celosamente en tu casa y que considerabas de tus mejores dedicado a "Quique" y que tanto esfuerzo supuso para ti en esos días tan complicados para tu salud.
Tus anécdotas, infantiles, estudiantiles y profesionales son ya gracias a tu certera pluma, leyenda
viva que dejas a todo aquél que tuvo la fortuna de conocerte y de compartir tertulia y serena charla contigo.
Por eso amigo, ve tranquilo con los tuyos y pasea cuantas veces quieras por tu Río Martín natal, Salamanca, Zamora, Madrid... y por todos esos tantos lugares que te gustaba transitar. Asiste desde ese palco del cielo a tu cita con el cine negro de Estepona, disfruta de los partidos de fútbol de tu Betis y vive reconfortado de todo, como lo supiste hacer en vida. Desde aquí te vuelvo a decir que siempre estarás entre nosotros, porque personas como tú, capaz de dejar un legado tan amplio y variado, te puedo asegurar que nunca mueren.
Un abrazo y hasta siempre amigo.
PD. Espero de todo corazón, que sepan rendir homenaje desde muchos otros "rincones" a una vida llena de tanta dedicación.